EX!POESÍA 2025 DEIALDIAK
Convocatorias ex!poesía Euskadi 2025
Antología poética.
BUSCANDO A HUIDOBRO
Partiendo de esa búsqueda incesante a Huidobro, y adoptando el mismo título, aquí se han recopilado los cantos de diecisiete poetas para ofrecer esta antología o, dicho de otra manera, más acertada, ofrecer nuestro pequeño viaje en paracaídas.
Antologia: Julián Borao y Ianire Sagasti
Antologoak: Julian Borao eta Janire Sagasti
Huidobroren etengabeko bilaketa horretatik abiatuz, eta izenburu bera hartuz, hamazazpi poetaren kantuak bildu dira hemen, antologia hau eskaintzeko edo, beste modu batean esanda, gure bidaia txikia paraxutean eskaintzeko.
Los Autores
B: Alberto Infante
De Huidobro el paraguas, el molino, la hipérbole, algún balbuceo. De Huidobro lo surreal y lo hiperreal, lo originalísimamente original, no sé si lo ultra, que de ultras ya andamos sobrados. También la caída y el vuelo, aunque primero el vuelo que para caer siempre hay tiempo. De Huidobro ni tu ni yo, casi todo y casi nada, la aliteración, la eufonía, el retruécano. De Huidobro, inevitable, un memorial, un recuerdo.
U: Álex Méndez
En una época en la que los versos eran
arrojados de los balcones, apilados en plazas como
muebles inservibles,
tuve un amigo singular.
Vicente solía meter palabras en sus bolsillos y
sigiloso se iba al monte para quemarlas en secreto,
un ritual subversivo.
Fue descubierto cuando ya era tarde.
Estas habían incendiado una parcela, un bosque,
finalmente, una comarca.
S: Blanca Sarasua
A Vicente, en su Altazor, me une su búsqueda aunque “ya se rompa el andamio de los huesos”. Siempre hace trampa el horizonte y se vuelve a alejar, nunca conseguiremos atraparlo. Pero llévame contigo, Vicente, que también quiero pasear por los laberintos de la nada. Aunque no tenga linterna. Pero te tengo a ti.
C: Carla Roisin
Caen los cometas
Cada vez que me levanto
Parada cardíaca es
Paracaídas sin nombre
Cierra el cielo
Los párpados de la noche caprichosa
Caen los cimientos
Suenan las trompetas
Caen las cadenas tróficas atrofiadas
Yo abrazo las caracolas de camino al caos
Yo esculpo las heridas quebradas
Dominando el ruiseñor
El armisticio es sellado
Con un pétalo secado al sol
A: Dafne González
Atravieso viento y campos dormidos,
busco el canto que quiebra el cielo.
Huidobro, mi grito en mares de espejos,
en tu silencio, la puerta despierta.
Voy tras el abismo que abra mis sueños,
palabra viva, raíz del misterio.
N: Iker Quintana
No me esperéis allá. Yo sigo aquí, dando vueltas sobre mí mismo, en un recorrido cada vez más angosto, haciendo palpable la división entre el yo y el otro. Ya no sé dónde se esconde. Pero, cae para encontrarse conmigo como ondas que regresan, como versos en el aire.
D: Idoia Carramiñana
Una tarde cogió mi mano y escribió: «el mensaje augur, entre un óvalo y su fuste». Y comprendí mi cometido.
Desplegar el arrullo entre madre y padre / desatar la emoción de su émula razón.
Y gestar el símbolo primario, que fue después Dalet converso.
Y pedirle a Osiris que abra, por fín, la Puerta.
O: Jaime Yakaman
Buscando
a Huidobro
me encuentro
Vicentado frente a una máquina de escribir
Viceñalando incendios
con Vicentáforas
sobre
natural
es
Viceangélicamente demoniaca aparición de dios
Viceausente Viceirreverente
Voz de versos que se tocan con el índice
del dedo
buscando a Vicente
Huidobro me encuentro
de viaje buscando a
Huidobro.
A: M’Angel Manovell
Atrapé el aire con las manos y un reguero de flores azules
desprendieron
escamas anaranjadas en el vientre del océano,
fauces sonrientes de vaginas irascibles
secuencias vibrantes
y huellas indelebles.
La mar vive en la orilla
carita de nácar
ojitos de mar
en
el vasto aquí, en
el abrigo eterno del
azul ennegrecido
aplastado de horizonte.
Ratatatán
H: Nadia Barkate
se termina el disco
arrastra el sonido de las vueltas
un cuadrúpedo no deseado en el hogar remolca su rabo
volvemos a respirar fuerte
hasta que vuelva el asma
U: Pablo Jofré
I: Pablo Müller
D: Paula Urdinguio
Del agua de tus venas he mudado de arterias y se extraña la piel
de sus propias rarezas
Y se afana la voz
Siempre, siempre,
fue la sal de esta tierra
Ay corazón, cuánto llanto almacenas
Transformación que denota;
Vicente ha variado la forma en la que los dedos perciben la boca
Del agua de tus venas he mudado de arterias pero ahora la piel
ya no siente extrañeza
O: Silvana Tobón
B: Sylvain Sortelle
Beber en Bilbao, brebajes antiguos
Directamente de la barrica
Comer grandes rebanadas de pan con berberechos
Dejarme embobar como los borricos
Bailar con los brazos abiertos
En la plaza Biribila
Bambolear las carnes
Y besar, ¡si, besarte!
En todos tus labios
¡Los seis!
¿Cómo era eso?
R: Timo Berger
receta de restaurante rural:
rimar ingredientes sin resto
ni rezos para dientes ralos
sembrar tras las rocas
no un roble real
sino un pino peregrino
resistente al redoble
por un ruiseñor risueño
arrancar los frutos del árbol
y lograr que ricos rumanos
se quedan rumiando
raviolis rellenos de piñones
crema de queso roquefort.
O: Greta Frankefeld
Otra vez me cambias.
El sentido.
Los sentidos.
No decido. Digo.
Acostumbrada, negocio
o no, no sé.
Sabía, sabo, sorbo, sé.
Mi sapiencia oscurece. Se revuelve.
Se retuerce. Se enfurece.
Quién dice al fin.
Quién manda, quién sabe.
No yo. No ella. No él. Quién.